Comentario de esta noticia:
http://www.fox2detroit.com/news/local-news/mother-s-autistic-child-in-area-sign-defaced-changed-to-child-with-autism-in-garden-city
Una madre consigue que Detroit instale cerca de su casa una señal de tráfico que dice:
NIÑO AUTISTA EN EL ÁREA.
Un mensaje breve, directo y conciso, que aporta seguridad a la calle en caso de que el chico corra sin fijarse.
El lunes alguien había comprado cinta carretera a juego con la señal, se había subido a una escalera y había corregido el rótulo como "Niño con autismo en el área".
Este es otro ejemplo de cómo la gente que insiste en corregir a los demás con el lenguaje de "persona primero" no pone a las personas primero. Si así lo hicieran, se darían cuenta de que al alterar una señal de tráfico se dificulta su lectura inmediata, lo que puede acabar en el atropello del niño, que partiendo de esa premisa sería un niño con autismo, con traumatismo craneal y con muerte.
Se nace autista, se muere autista. Pero ante todo, se vive autista.
jueves, 30 de mayo de 2019
sábado, 18 de mayo de 2019
¿Dónde quedó el compromiso?
En la página Autista al aparato se habló de un tema que también me está afectando. Aunque no soy inocente al 100% y también he llegado a dar largas a algunas personas, he decidido tratarlo porque no soy el único con este sentir.
Últimamente me han fallado tantas veces seguidas que sólo me falta alzar un puño y gritar juramentos al aire.
Me han dicho que nos veríamos a la otra semana, y al llegar la otra semana, ni un mísero mensaje de cancelación.
Durante años he tratado de empezar proyectos artísticos y me han dado largas porque ya habían quedado para ir a una fiesta, cuando no hay mejor fiesta que trabajar con amigos.
Hace meses entré a un grupo para hacer proyectos audiovisuales y a las dos reuniones el grupo dejó de vivir como tal. Ni siquiera se disolvió. Sin más, dejaron de dar señales. Todos ocupados con otras cosas.
Paralelamente seguí con otro tipo de proyectos para mantenerme creativo, y también en esos proyectos me empezaron a dar largas; incluso cuando les preguntaba cuándo iban a entregar el texto que habían acordado, se atrevieron a darme una traducción automática de un texto robado de internet. No sólo me mintieron cuando se comprometieron, además pensaron que bastaría con engañarme para que me callase.
Mis dificultades con las funciones ejecutivas dependen de lo coherentes y "buenos" que sean mis compañeros de equipo. Digo "buenos" porque no creo que esto de fallar a una persona tenga que ver con la inteligencia, sino con el amor o respeto que le tengas.
Según mi percepción, si te digo que voy a quedar contigo, eso es lo que quiero decir: que voy a quedar contigo. Que voy a pensar en nuestro encuentro durante la semana, y que si alguien me propone un plan que coincida le voy a decir que no. Porque ya he quedado contigo. Ya me he comprometido. Sólo me podría olvidar de ti si no me importases.
¡Trataré de pensar en positivo!
Todas mis amistades son de otras culturas o neurodivergentes. No conecto bien con la típica persona occidental. No es falta de simpatía, es que me parece que en ellos la tradición y la identificación con las arbitrariedades de su cultura pesa por encima del corazón y la inteligencia, por lo que a efectos prácticos no han cambiado desde hace siglos ni piensan crecer. Además, están tan aferrados a su sistema que sabotean cualquier aporte que introduzca variables necesarias para la gente como yo. O sea, ni me hablan ni me escuchan. La comunicación depende de ellos, por lo que no se me permite entrar al juego a menos que sea sometido bajo sus condiciones.
Sabiendo pues que las personas con las que más conecto son las de otras culturas o neurodivergentes, ¿será que todos tienen TDAH y...? No, es porque no les importo tanto como ellos a mí. Es porque me dicen que participarán en mi proyecto para que me calle.
Salvo en ciertas personas que ya se han hecho valer a mis ojos, ahora mismo no me encuentro con fuerzas de confiar en el compromiso, la organización o la memoria de la gente en general.
Antes tenía fantasías en las que le proponía a alguien hacer un cortometraje, me decía que sí y lo hacíamos. Ahora estoy teniendo fantasías en las que le propongo a alguien hacer un cortometraje, me dice que sí y le obligo a firmar con cuatro testigos un contrato según el cual si se olvida me tiene que pagar cien euros.
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