viernes, 6 de septiembre de 2019

2 ejemplos de necesidades válidas


A quienes siguen creyendo que el autismo es una cosa reciente, la semana pasada vi dos personas a las que ni siquiera hubiera sido capaz de percibir si no supiese lo suficiente del tema.

Primero vi a una niña que estaba con su familia en una feria medieval. Había montado un aparato forrado de madera. Un joven vestido de vasallo giraba una manivela que a su vez impulsaba una cortina circular de sillas voladoras. Los niños giraban a medio metro del suelo.
Esta niña celebraba la diversión. Disfrutaba tanto, que las manos le aleteaban. Me gustó ver que su familia veía esta manifestación de sus emociones como lo que era: los gestos de una niña que se divierte.

Pocos días después, salí a caminar al campo. Un hombre se incorporó al camino desde otro sendero, y lo tenía a bastantes metros por delante. Al dejar de ser visibles las casas, vi cómo sacaba unas llaves de metal y se las acercaba al oído para agitarlas. Por supuesto, para ser discreto y no importunarlo con mi presencia, me desvié en el siguiente sendero que torcía.
Nunca había visto a este hombre, pero es significativo que se sienta en la necesidad de alejarse a senderos apartados para poder escuchar tranquilo el tintineo de su manojo de llaves.