Los aleteos de manos son naturales, una forma de autorregulación interna. Entran dentro de lo que se llama ESTEREOTIPIAS (o en inglés coloquial, stimming, de estimularse).
Pueden servir para deshacerse de un exceso de energía o para acompañar alguna sensación, del mismo modo que cuando se oye buena música se baila y nadie lo ve mal.
Para no cercenar estas formas de expresión, es cierto que es factible sustituirlas por otras para disimular delante de la gente y así no tener que dar explicaciones a cada paso. Pero eso es lo más aproximado a una justificación que debería haber.
Los aleteos, balanceos y demás, son completamente naturales, y aunque se supriman como hábito visible, nunca desaparecerán.
Un día, en el futuro, por ver una serpiente en el campo, del susto saldrán los aleteos solos. Y en ese momento, lo primero tendría que ser alejarse del animalito y calmarse.
En cambio, si se sigue forzando a evitar las estereotipias, en momentos de impresión emocional la ansiedad se multiplicará, porque hay una serpiente y además la familia va a saltar a prohibir la expresión natural de las emociones.
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