Veo una confusión entre la discapacidad como ser y la discapacidad de situación.
Mis padres sabían que yo tenía dificultades, pero no investigaron opciones y tuve que vivir a medias, a rastras, hasta los 30, cuando por fin tuve diagnósticos y mi carnet de discapacidad.
Aparte de las comorbilidades, los autistas no somos discapacitados en esencia. PERO no nos podemos adaptar a esta sociedad, y no se nos puede forzar a ello, porque nuestra función es mejorarla y el sistema se niega a los cambios.
El certificado de discapacidad, un mero justificante, nos da el apoyo que necesitamos para poder funcionar en sociedad un poquito.
El quid de esta discusión no es decidir si somos inferiores, pues ese es el sentido que se le ha dado siempre a la palabra discapacitado.
Es aceptarnos como somos, y permitir que aportemos a la sociedad desde nuestras limitaciones para adaptarnos a ella. Esto se facilita con algo tan útil como el certificado de discapacidad.
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