Tras meses frecuentándolos, dejé los grupos de autismo de facebook. En alguno incluso moderaba.
Se hace agotador orientar a la gente hacia la comprensión de temas que importan a la mayoría de los autistas, cuando los contenidos que apuntan a las verdaderas explicaciones y a la aceptación se pierden entre carteles inspiradores que cambian de manos el centro de la cuestión, o entre mil dudas sobre medicamentos para suprimir nuestras expresiones de euforia o malestar.
He aquí una paradoja.
En el mejor de los casos, los padres perdidos no saben qué pensar de sus hijos. Y digo el mejor de los casos porque si no saben, van a preguntar.
No obstante, los padres que (piensan que) sí saben, son los que tratan de proseguir los viejos modos de educar que tantas almas ha destruido. Es decir, los que cuando los autistas adultos aportamos nuevas informaciones nos dicen que eso no es así.
Pasó hace poco con el Día del Orgullo Autista, el 18 de junio.
Es lógico que las personas que no leen blogs de autistas adultos (la mayoría están en inglés) no estén al corriente de este día y pregunten "¿no era el 2 de abril? ¿El símbolo no era un puzzle?"
Como dije, entra dentro de lo razonable, ya que el simbolo del arcoíris infinito es relativamente nuevo.
Pero no todos los padres son razonables. Cuando una Mamá Azul carga con prejuicios sociales, aclararles asuntos sobre el autismo se traduce en dar ponencias sobre derechos humanos.
Nos vemos obligados a desempolvar a Darwin para que no nos llamen exagerados cuando hablamos del concepto de mutación.
Nos vemos arrastrados a buscar entre viejas leyendas británicas sobre los Changeling para que nos crean cuando decimos que lo que ahora llamamos autismo siempre ha existido, lo que es reciente es todo este stress cotidiano.
Y si la información sustentada que aportamos no se parece a la opinión que traían por la mañana, replican citándote a doctores que lucran a costa de nuestro sufrimiento. Prefieren creerse la enésima conspiración farmachunga antes que aceptarnos como personas igual de respetables.
Es el sesgo cognitivo.
Mis conceptos previos condicionan mi comprensión, y si los primeros están equivocados, los segundos no serán mucho mejores.
Pedimos a las personas que entren a los grupos sobre autismo que entren con voluntad de aprender; de cuestionarse si lo que sabían lleva a un mundo mejor o es la misma miseria de siempre.
Porque si entras a un grupo de autismo solamente con ganas de que te digan que tienes razón y que te sacrificas mucho, entonces ese grupo no es sobre autismo. Es sobre ego. Y el ego bloquea toda información trascendente.
Ustedes van a salir igual que entraron, pero sus hijos van a sentirse cada vez más aislados, porque en ningún momento las cuestiones trataron sobre ellos.
En el fondo, lo que se busca aprender o transmitir al frecuentar un grupo sobre autismo es enseñar cómo pensamos los autistas.
La aceptación no significa dejar las terapias que sirven para organizarse mejor las tareas. La aceptación también es comprender que tenemos ideas nuevas, y mientras se aferren a lo antiguo estarán invalidando nuestros esfuerzos.
¿Cómo se llama al saboteamiento sistemático de todo esfuerzo por alcanzar un equilibrio emocional?
Tortura.
Sin embargo, ¿cómo llaman en algunos de estos grupos al momento en que nos resignamos a dejar de mostrar con orgullo nuestros rasgos naturales por miedo a que nadie nos ame?
Cura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario